miércoles, 16 de mayo de 2012

El misterio del solitario II

Andamos sobre la tierra como figuras de un gran cuento –prosiguió-. Nos saludamos y nos sonreímos. Es como si dijéramos: Hola, ¡vivimos juntos y en el mismo momento! Estamos dentro de la misma realidad, o del mismo cuento... ¿No te parece increíble? Vivimos juntos en un planeta del universo. Pero pronto nos sacarán de la pista. Por arte de birlibirloque, habremos desaparecido. Si hubiéramos vivido en otro siglo –continuó- habríamos compartido la vida con otras personas. Ahora nos limitamos a sonreír y saludar a miles de contemporáneos: ¡Hola! ¡Qué extraño que nos haya tocado vivir en la misma época! Quizá tropiece con una persona, abra una puerta y grite hacia dentro: ¡Hola, alma! Vivimos, ¿oyes? Pero sólo vivimos exactamente ahora. Abrimos los brazos y decimos que existimos. Pero se nos aparta y se nos mete dentro del oscuro saco de la historia. Porque somos de una vez, de usar y tirar. Participamos en un eterno baile de disfraces, en el que las máscaras van y vienen, hoy por mí, mañana por ti, el viejo desaparece de la fila...


 -¿Crees que hay algo que no se borre en el gran cajón de arena? 


 -Aquí –dijo señalando su propia cabeza-. Aquí hay algo que no se borra. 


 -El pensamiento no fluye. Sólo he recitado el primer verso, ¿sabes? Los filósofos de Atenas opinaron también que hay algo que no se borra. Platón lo llamó “el mundo de las ideas”. Porque lo más importante no es ese castillo de arena, lo más importante es la imagen del castillo de arena que el niño tenía en mente antes de empezar a construirlo. ¿Por qué crees, si no, que el niño lo aplasta en cuanto acaba de hacerlo?


 -¿Nunca has querido dibujar o hacer algo que no has conseguido del todo? Lo intentas una y otra vez, pero no te resignas nunca. Es porque la imagen que tienes en tu interior, es siempre más perfecta que las copias que intentas hacer con tus manos. Así ocurre con todo lo que nos rodea. Llevamos dentro la idea de que todo lo que vemos a nuestro alrededor podría ser mejor. ¿Y sabes por qué? 
 -Porque todas las imágenes que llevamos dentro son algo que traemos del mundo de las ideas. Allí es adonde realmente pertenecemos, ¿sabes?, y no aquí, a este cajón de arena donde el tiempo intenta acabar con todo lo que amamos y apreciamos. 


 -¿Entonces existe otro mundo, quieres decir?


 Mi viejo asintió con cara de misterio. 


 -Allí estuvo nuestra alama antes de entrar en nuestro cuerpo. Y a allí regresará cuando el cuerpo se rinda ante los efectos devastadores del tiempo.
 -Eso pensaba Platón. A nuestros cuerpos les pasará lo mismo que a los castillos de arena, eso no tiene remedio. Pero tenemos algo dentro que el tiempo no logra corroer, porque, en realidad, no pertenece a este mundo. Hay que levantar la vista por encima de todo lo que flota a nuestro alrededor. Hay que ver aquello de lo que todo lo que nos rodea es una simple imitación.
Este libro me está rallando demasiado la cabeza y haciéndome pensar... y eso no es bueno xD

El misterio del solitario.

Un niño está sentado en un cajón de arena haciendo un castillo. El niño construye continuamente algo nuevo, lo mira con gran entusiasmo y lo vuelve a aplastar. De la misma forma actúa el tiempo con el planeta. Aquí está escrita la historia del mundo, aquí están grabados, y luego borrados de nuevo, todos los acontecimientos. Aquí bulle la vida como en un hervidero. Y aquí también nos modelarán a nosotros un buen día, con el mismo material frágil que a nuestros antepasados. Aqui el viento del tiempo nos mece, aquí nos lleva puestos, aquí es nosotros, pero nos vuelve a soltar para que nos caigamos de bruces. Se nos hace aparecer y desaparecer por arte de magia. Siempre hay algo fermentando, algo esperando ocupar nuestro puesto. Porque carecemos de tierra firme bajo los pies. Ni siquiera tenemos arena, somos arena.
El tiempo no pasa. El tiempo no hace tictac. Nosotros somos los que nos movemos, nuestros relojes son los que hacen tictac. Tan silenciosamente como el sol sale por el este, y se pone por el oeste, el tiempo devora su camino a través de la historia. Echa por tierra grandes civilizaciones, corroe antiguos monumentos y devora generación tras generación de seres humanos. Por eso se dice eso de “diente del tiempo”. Pues el tiempo mastica y mastica, y es a nosotros a quienes tiene atrapados bajo sus fauces.
Durante un breve instante, formamos parte de vertiginosas actividades. Corremos de un lado para otro como si eso fuera lo más natural del mundo. Ya has visto a las hormigas ahí arriba, en la Acrópolis. Pero todo esto va a desaparecer. Desaparecerá y será sustituido por un nuevo hormiguero. Porque hay gente aguardando cola. Las formas vienen y van. Las máscaras vienen y van. Siempre surge algún nuevo invento. Ningún tema se repite, ninguna composición aparece dos veces... No hay nada tan complicado ni tan costoso como un ser humano, hijo mío. ¡Pero somos tratados como baratijas!

martes, 6 de septiembre de 2011

Septiembre

Ya había ganas.

It's one of the great tragedies of life — something always changes.

miércoles, 4 de mayo de 2011

Gracias.

Estas vacaciones han sido geniales. He ido a París que es la ciudad más bonita del mundo y a pesar de cansarme mucho andando me lo he pasado bastante bien. He visto el puente más bonito del mundo y que además era especial para mí.


Después volví a Elche aunque no muy tarde me fui otra vez de viaje, esta vez con esta coshita >.<


Han sido los mejores días del mundo, levantarme y estar contigo, comer, desayunar, cenar juntos, estar las 24h del día juntos es como uf, indescriptible.

¿Sabes? Me encanta estar contigo. Te quiero.
Porque me has demostrado que vas a estar ahí pase lo que pase, gracias por todo.♥

miércoles, 27 de abril de 2011

Hoy me dio por crearme un blog

Después de que Violeta insistiera un trillón de veces (xD) me he creado un blog, aunque me lo he creado por una razón en concreto. Hoy, viendo desmotivaciones.es, me he quedado en shock al ver un cartel. Al principio creí que era mentira pero he estado mirando por internet y no, es verdad.

James Bulger era un niño de dos años que estaba con su madre en un centro comercial. En un descuido de la madre, dos niños de DIEZ AÑOS se acercaron a él y lo atrajeron. Los niños de diez años secuestraron al niño y lo llevaron a las vias del tren. Allí, con materiales que habían robado, le pintaron los ojos con pintura azul, saltaron sobre sus extremidades, destrozándoselas, le tiraron piedras y ladrillos, le pegaron con tubos de hierro, le metieron baterías en la boca y además hay indicios de que abusaron sexualmente de él. Por si fuera poco, cuando el niño ya estaba muerto lo arrojaron a las vías del tren, donde el tren lo partió por la mitad.
Si quereis saber más, buscad en wikipedia o similares, ya no me acuerdo de mucho, creo que hay hasta una película pero no estoy segura.

Sin comentarios, no me puedo creer que haya gente así y menos aun niños de diez años...
Con estas cosas no me extraña que mi madre desconfíe tanto de la gente y esté siempre encima de mí.